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sábado, 22 de mayo de 2010

Cosas horribles

Ella ya tomó la decisión de que algo horrible va a pasar. Ya se hicieron los arreglos correspondientes y se pagó a la casualidad para que mandara un disfraz. Ella ya decidió que alguien va a morir, que una ola se levantará cuarenta metros y se comerá sólo a los que quiere. Alguien chocará y a alguien más le dará un cáncer incurable. Ella ya decidió que su hija va a sufrir, que sus ojos se secarán de tantas lágrimas que va a perder es este juego de cosas horribles. La decisión ya esta tomada y ahora es la angustia la que carcome sus piernas en la espera de que estas cosas horribles sucedan. La casualidad, sin embargo, juega por su cuenta y confunde su papel con la maldad del universo. Ella no distingue y sólo confirma, lo que hace tantos años, decidió: alguien va a morir y no habrá lágrimas para llorar (se agotaron en la angustia de esperar cosas horribles).